16 febrero 2006

El iluminado

Día 9 - 7 de enero de 2006 – Hostal París – La Paz, Bolivia:
El viaje a La Paz pasó sin demasiados contratiempos (más que el Sr. Corneta sentado al lado mio) y llegamos alrededor de las 5 de la mañana. Recogimos nuestros bolsos y empezamos a girar sin destino dentro de la estación pues nos advirtieron que no salgamos hasta que no amaneciera. Solo teniamos una punta: El Carretero. Supuestamente era el hostel más bohemio donde iban a parar todos los argentinos. Hicimos las averiguaciones y dimos con la dirección, pero estaba la cuestión de que unos policias nos habían aconsejado que esperaramos hasta las 7 de la mañana aproximadamente ("por las dudas"). Plantamos campamento junto a Juana (la argentina que vivía en Paraguay) y su padre, comenzamos a abrigarnos pues hacía realmente mucho frío y comenzó lo que sería un intento fallido de tomar mate "caliente". Tras una estadía, poco confortable pero algo divertida, en la estación de La Paz salimos con destino al Carretero alrededor de las 8 de la mañana. Decidimos ir a pie pues, según nos habían dicho, estabamos bastante cerca. Durante el recorrido nos cruzamos con algunos paceños que nos hablaron en inglés (sobretodo a mi) lo cual se tornaba algo ridiculo. Lo más desesperante fue, de repente, encontrarnos en una especie de caravana de mochileros sucios. Supusimos que todos estaban caminando con destino al mismo lugar que nosotros por lo que apuramos la marcha (otros grupos supusieron lo mismo que nosotros y también apuraron la marcha y se generó una especie de rally sin un camino muy delimitado). Llegamos finalmente al Carretero y nos encontramos con que había una lista de espera de 60 personas delante nuestro. No estando dispuestos a soportar eso partimos hacia nuevos rumbos. Llegamos a un hostel a una cuadra del anterior que tenía una lista de espera de 20 personas, las cosas iban mejorando. Finalmente a cuadra y media del último nos encontramos con el hostel Paris: 15 bolivianos la noche (creo) y había lugar. Tras algunos regateos por las habitaciones (locación, no precio), nos instalamos en una habitación para tres (lo cual estaba muy bien, pues como todos saben, eramos tres).
La habitación no era de lo más alegre que habiamos visto pero tras 3 horas en la estación de movilidad, no estaba tan mal. Debo reconocer que mis intestinos me jugaron una mala pasada y en ese momento empezo mi debacle. La de Nico había comenzado en Uyuni y la de Mr. White había terminado pues había tragado tanto carbón que podía hacer un asado para 25 personas con achuras incluidas.
Cuando volvimos del baño descubrimos que yo había alcanzado un estadio superior, había logrado el nirvana y estaba iluminado por el Señor. Cross y Nico me pidieron les cuente mis aprendisajes, y yo no se los negué. En la foto superior puede observarse un fragmento de esa secuencia denominada: "La iluminación" o "El iluminado", artista anónimo. Posted by Picasa