03 febrero 2006

Salaaaado

Día 5 - 3 de enero de 2006 – Hotel de sal – Uyuni, Bolivia:
Tras una breve pasada por el hotel para que yo buscara las ojotas que me había olvidado, y que según la señora de la agencia eran fundamentales para la excursión (no las tocamos siquiera obviamente), partimos hacia el salar. A pocos kilómetros de Uyuni el paisaje semidesértico se va tornando cada vez más blanco a medida que se acerca al salar. Pero la excursión incluía, previo al salar, una para en el pueblito que esta justo en el límite del salar donde hay, en teoría una fábrica de sal (o sea la destilan o algo así porque "fabricar" sal ahí sería de lo más estúpido) que nosotros no pudimos ubicar ya que el guía de guía no tiene nada y de chofer todo por lo que no nos explicaba casi nada. Lo que si pudimos ver fueron las millones de artesanías que nos quería enchufar y la plata que nos querían cobrar para entrar a un "museo de sal". Ni lentos ni perezosos huimos de esa trampa de turistas y volvimos a la camioneta donde esperamos a los brasileros para salir de ese sitio demoníaco. Unos kilómetros más adelante comenzó realmente el salar y realmente fue un paisaje muy extraño aunque muy lindo también. Para cualquier lado que se mirara, se observaban kilómetros y kilómetros de planicie totalmente blanca y de fondo las montañas. Además en algunos sitios había algunos centímetros de agua sobre la sal por lo que el sol se reflejaba en el suelo y también el cielo y las montañas del fondo. En el medio (no literal) de esta inmensidad de sal se encuentra el "hotel de sal" (literal). No es ni más ni menos que un hotel construido íntegramente de sal. Los ladrillos son de sal, las mesas son de sal, las sillas son de sal y la cuenta del hotel, sin dudas, es salada. Había cartulinas pegadas en las paredes que decían "Si va a sacar fotografías, compre alguna artesanía" (o en ingles, como a Mr. White le gusta: "To take a photograph, buy something", también estaba en hebreo y japonés, pero no cuento con los caracteres necesarios para escribirlo). Tras una seguidilla de fotos gomas (a saber: foto goma es la foto que todo turista se saca cuando esta en algún lugar turístico muy conocido) como esta que se ve arriba (aunque más tarde hay exponentes mayores de la gomada), volvimos a la camioneta y partimos hacia la isla del pescado.
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1 Comentarios:

A las 10/2/06 7:47 p. m., Anonymous Anónimo escribió...

Muy bueno el chiste, te doy 8 henrys!

Las salinas no te cegaban la vista?

 

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