03 febrero 2006

El Protegido

Día 4 - 2 de enero de 2006 – "Estación terminal" – Atocha, Bolivia:
La situación ya era poco agradable en el arribo a Atocha pero rapidamente empeoró mucho más. Ni bien bajamos de la camioneta la tormenta que nos perseguía se tranformó en granizo (en este momento Mr. White se convirtió en el primero del grupo de emponcharse). El chofer de la empresa que habiamos contratado consideró que las condiciones no estaban dadas para continuar el trayecto y no nos podía asegurar si saldriamos ese día. Atocha era poco agradable pero Nico consideró que si permaneciamos ahí más de 1 hora las puertas del infierno se abrirían y los ejercitos de las tinieblas invadirían la tierra, por lo que en un estado de neurosis absoluto comenzó a negociar con todo chofer que se cruzaba en su camino. En la foto anterior se observa Atocha, a Nicolás en plena neurosis y a uno de los 5 anónimos siguiendolo de cerca.
Mientras tanto el show de Mr. White había comenzado y optó por visitar las instalaciones sanitarias de este peculiar pueblito. De ahí se desprende la famosa frase: "vos cagaste en atocha". Luego se sentó en un escalón a esperar que todo mejorara, pero eso no paso. En ese momento aproveche para sacar la foto que observan arriba.
30 minutos más tarde (justo a tiempo para evitar una debacle con Lucifer) partimos en otra camioneta (aunque en condiciones similares a la anterior, excepto que esta vez nosotros tres ibamos mirando hacia delante) con destino a Uyuni. El viaje pasó sin grandes contratiempos gracias a la mágica Coca. En ese momento comenzó el romance que nos acompañaría hasta Machu Picchu, mascar hoja de coca.
Llegamos a Uyuni 2 o 3 horas más tarde. Nos instalamos en un hotel cercano a la zona de buses (pagamos 12 bolivianos sino me equivoco). Mr. White optó por quedarse en la habitación ya que su salud no estaba en su mejor momento. Salimos con Nico a negociar la excursión al salar para el día siguiente y conseguimos lo siguiente: el tour de 1 día + la posibilidad de ver el atardecer en el salar por 15 dolares, no estuvo mal. Luego fuimos a buscar algún lugar barato para comer pero no pudimos encontrar nada ya que en Uyuni se varía entre caro y extremadamente barato (puestito callejero). Dado que no nos sentiamos con demasiada suerte optamos por el restaurant caro (uno 12 pesos argentinos cada uno) donde comimos una milanesa de pollo con fideos, arroz y papas fritas, y finiquitamos con el primer de muchos tés de coca que ibamos a tomar en el viaje.
Volvimos la habitación al rato y sin demasiado preámbulo todos nos quedamos dormidos.
Posted by Picasa