27 mayo 2006

Gandalf en tierra media

Día 12 - 10 de enero de 2006 – Tierra Media, Zona Norte– Isla del Sol, Bolivia:
Tras la explicación, algo subjetiva, de nuestro guía, vagamos por el laberinto antropológico de la zona. Era, ciertamente, un lugar maravilloso: de un lado las ruinas del imperio inca y del otro el titikaka con una playa de arenas blancas y finas. Luego de contemplar el bello paisaje y una pequeña sesión de fotos decidimos que, nuevamente, era momento de zamparse una monumental trucha (no así Mr. White que no sabía apreciar las bondades del lago navegable más alto del mundo). Comenzamos el regreso hacía el pueblo norte a través del serpenteante camino, aunque esta vez caminabamos solos, apreciando el camino sin que el guía nos apurara molesta e inutilmente. A medida que caminabamos, nos adentrabamos más y más en un verde paisaje, casas, puertas y cercos de madera, y burros peludos. En esta foto se puede apreciar al mago Gandalf, el verde, a quien nos encontramos en estos caminos.
Finalmente llegamos al pueblo y comenzamos un rally en el que participan todos los turistas (inteligentes) que tenía como premio las últimas truchas disponibles del día. No logramos más que un pequeño pescado que tardó aproximadamente 1 hora y que era acompañado por una mini ración de papas. La naturaleza fue injusta y premio a los de paladar tosco, Boer consiguió rapidamente una hamburguesa que costaba la mitad que nuestros pescados y que era el doble de grande (además de que, obviamente, nuestros pescados no tenían gusto a nada). A la larga terminamos cediendo y compramos una hamburguesa, que no queriamos, solo por odio. Con el estomago relativamente lleno nos tiramos al sol al lado del muelle y observamos a la gente pasar. Tras ver pasar tanto a locales como a turistas (siempre peculiares), se nos acercó un grupo de orientales que habiamos observado anteriormente en las ruinas. Un grupo bastante extraño, muchos usaban guantes y barbijos, y algunos otros usaban varias cámaras de fotos colgadas alrededor de sus cuellos. No recuerdo como fue que este grupo entablo contacto verbal con el nuestro pero si recuerdo una frase que uno de los orientales masculinos de preferencias sexuales dudosas propinó a Gandalf que justamente pasaba por el lugar: "Good looking handsome man". Tras esas palabras Gandalf decidió que era momento de hacerse pequeño y esconderse tras Frodo. El oriental aceptó el rechazo y se refugió en su catamaran de lujo.
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